Gobierno Corporativo
En los últimos años el término de gobierno corporativo ha ido cobrando relevancia y se ha vuelto más popular en el mundo empresarial, legal, financiero y bursátil. El éxito de las empresas va de la mano de un buen gobierno corporativo. Si la empresa, independientemente de su tipo o tamaño, cuenta con un buen gobierno corporativo, esto contribuirá a que consiga sus objetivos de negocio.
Pero, ¿qué se entiende por gobierno corporativo? El gobierno corporativo se refiere a los principios, reglas, políticas y estructuras que determinan el funcionamiento, el control y la toma de decisiones de la organización para la consecución de sus objetivos.
El gobierno corporativo permite a las empresas definir políticas que contribuyan a establecer y ejecutar mejores prácticas en beneficio de todos los grupos de interés, como son los dueños de empresa o accionistas, los empleados, los inversionistas, los proveedores, los clientes, los bancos y el Estado.
Las políticas del gobierno corporativo, contribuyen a que las empresas se ajusten a la ley, previene la comisión de ilícitos como fraudes o actos de corrupción, previene los conflictos de interés, genera confianza, transparencia y buena reputación.
El marco legal del gobierno corporativo lo encontramos en los Principios de la OCDE para el Gobierno de las Sociedades publicado en 1999 por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) y revisados en el 2004.
Una segunda revisión se llevó a cabo en 2014 y 2015 bajo la responsabilidad del Comité de Gobierno Corporativo de la OCDE y fueron invitados a participar los países del G20 que no pertenecen a la OCDE, además colaboraron organizaciones internacionales como el Consejo de Estabilidad Financiera y el Banco Mundial.
Los Principios de Gobierno Corporativo de la OCDE y del G20 ayudan a los legisladores a evaluar y mejorar el marco legal institucional del gobierno corporativo con el objetivo de favorecer la eficiencia económica, la estabilidad financiera y el crecimiento económico sostenible.
Una de las leyes más influyentes en cuanto al gobierno corporativo y que es tomada como guía o modelo por las empresas que no están obligadas a observar, es la Ley Sarbanes-Oxley, (Ley Sox, Ley SarbOx o Ley SOA) la cual es una ley federal de los Estados Unidos que establece que las empresas implementen procedimientos para proporcionar información sobre conflictos financieros y exigir a los ejecutivos auditen los estados financieros. Además si las compañías incumplen con los requisitos de gobierno corporativo, podrán ser investigadas y sancionadas; previniendo así el fraude y la corrupción empresarial.
En México, en 1999 el Consejo Coordinador Empresarial (CEE) constituyó el Comité de Mejores Prácticas Corporativas y dio a conocer el Código de Mejores Prácticas Corporativas, el cual fue actualizado en 2018 bajo el nombre de Código de Principios y Mejores Prácticas de Gobierno Corporativo en este se establecen recomendaciones de aplicación voluntaria para un gobierno corporativo de las sociedades en México, ya sean civiles, mercantiles o de asistencia social a efecto de que sean institucionales, transparentes, competitivas y ofrezcan confianza a diversas fuentes de financiamiento tanto nacionales como internacionales.
Las sociedades con potencial de llegar al mercado de valores, como las Sociedades Anónimas (S.A.) y Sociedades Anónimas Promotoras de Inversión (S.A.P.I.) deben considerar las recomendaciones y las regulaciones respectivas al gobierno corporativo. Las sociedades que cotizan acciones o emiten títulos de deuda en las bolsas de valores, como las Sociedades Anónimas Bursátiles (S.A.B), deberán observar las regulaciones respectivas, entre las que se encuentran la Ley del Mercado de Valores.
Plan Formal de Sucesión
Un tema importante a considerar y planear en cualquier tipo de empresa, sea esta familiar o no, es el plan de sucesión de los accionistas, consejeros, director general y de todos aquellos funcionarios de alto nivel.
La sucesión suele ser un tema algo sensible en las empresas, toda vez que muchas veces a los altos ejecutivos les cuesta algo de trabajo dejar el liderazgo o el control de la empresa.
Es imprescindible considerar que la empresa debe seguir existiendo, manteniéndose en el tiempo, operando en la consecución de su objetivo, sin que se vea afectada por la retirada voluntaria o involuntaria de alguno de los elementos clave.
Algunas causas de la sucesión pueden ser los años laborados, plan de carrera, despido, edad, enfermedad o fallecimiento del sucesor. Otras causas pueden ser crisis económicas, devaluaciones, inflación, recesión, entre otras.
El plan de sucesión debe estar diseñado de forma que cuando ocurra la transición esta suceda de manera casi imperceptible y sin afectar a las diversas áreas del negocio, a la operación del negocio y mucho menos al objetivo empresarial.
En el plan de sucesión puede preverse que el sucesor sea elegido primordialmente dentro de los candidatos internos de la empresa, aquellos cuya formación y liderazgo hayan sido desarrollados y alineados a la misión, visión o estrategia de la empresa. Sin embargo, también deben considerarse los supuestos y el proceso de selección de candidatos externos a la empresa.
Algunas buenas prácticas para la elaboración del plan de sucesión, son:
- Definición del perfil y plan de carrera de los accionistas, consejeros, director general y de todos aquellos funcionarios de alto nivel.
- Formación continua de los sucesores potenciales en cuanto a sus habilidades y conocimientos.
- Determinación de las causas por las cuales deberá iniciarse el proceso de sucesión.
- Definición de la forma cómo se llevará a cabo el procedimiento de sucesión.
Una empresa que cuenta con un plan de sucesión es percibida como una compañía sólida, perdurable en el tiempo y generadora de confianza. Lo anterior acentúa la reputación empresarial.
Nota aclaratoria: Los supuestos previstos tratándose del gobierno corporativo son diversos y su configuración en la realidad puede variar y por ende dar lugar a consecuencias jurídicas distintas. Lo mencionado en este espacio es de carácter meramente informativo e ilustrativo.